Pasiones pendientes 7
Esta pasión no es desconocida, es la de cada día durante muchos días. Es complicidad, es sensualidad, es compartir el momento.
Tu y yo solos, en nuestra habitación.
Desnudarnos poco a poco, sin prisas, recorriendo cada uno el cuerpo del otro con nuestras manos. Acariciar cada milímetro de la piel del otro. Senrir sus reacciónes. Es mirarse a los ojos, juntar los labios. Dejar que surjan los sentimientos. Es sentir la pasión de nuestros besos y el calor de nuestros cuerpos
Es deseo compartido, es provocación
Es no prestarle atención al tiempo ni a los teléfonos. Pegar nuestros cuerpos, quitarse la ropa poco a poco mostrándonos tal y como somos. Descubrir el cuerpo del otro sabiendo que es ahí donde queremos morirnos.
Es quitar la ropa interiro y acariciar tu sexo una y otra vez sintiendo tu humedad en el, bebérmela. Sentir tus orgasmos en mis dedos
Es que tu me acaricies el pene y te lo comas mientras me haces suplicar que sigas. No tener reglas y decirnos lo que queremos, lo que nos apetece.
Es notar el calor de tu X depilado cuando entro dentro de ti.
Es ser uno solo compartiendo la intimidad, las risas y la pasión. Es sentimiento y tranquilidad, es diversión y complicidad.
De eso trata este placer pendiente, de repetir una y mil veces lo mismo hasta alcanzar cientos de orgasmos compartidos.
Y al finalizar abrazarnos y compartir una ducha refrescante.
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