miércoles, 18 de abril de 2012

Hoy

Necesito acariciar tu cuerpo, sentirlo
Oirte gemir mientras lo estimulo


Hacer que tengas varios orgasmos seguidos
Para después irme dentro de ti.



martes, 17 de abril de 2012

Memorias de un caminante.

El día había sido malo. Te había hecho llorar con mis comentarios. Te había hecho sufrir, pero al final lo hablamos, llegamos a un acuerdo que nos pareció justo y correcto.

Bebimos, bebimos aguardiente al calor de la lumbre, compartiendo la sala con otra pareja con la que después compartiríamos la habitación del albergue. Ellos se fueron a dormir antes que nosotros.

Seguimos hablando y al final nos fuimos a la cama todavía afectados por nuestra conversación. Uno en una litera, otro en otra, pero me bajé a tu lado, a compartir el pequeño espacio del que disponíamos. Un lugar para uno compartido por dos. Te pegaste a mi todavía con lágrimas en tus ojos y tus labios me buscaron. Te besé con un beso largo y apasionado. Mis manos recorrieron tu cuerpo. En la litera de enfrente dos cuerpos dormian en silencio mientras yo te acariciaba. Mis manos buscaron tus pechos por entre tu ropa y los encontraron deseosos, turgentes, duros. Los pellizqué mientras te besaba el cuello. Tu piel erizada me excitaba. Mi mano bajó por tu estómago hasta alcanzar la frontera de tu pantalón. No lo dudé, mis dedos se escurrieron por debajo de él hasta alcanzar tu sexo. Estabas húmeda, excitada. Separaste tus piernas para permitirme acariciarte mejor. Mis labios y mi lengua seguían enredados en los tuyos mientras te masturbaba. Poco a poco, como te gusta, sintiendo el calor de tu clítoris entre mis dedos, entrando en la oscuridad de tu lugar secreto. Sentía tu cuerpo estremecerse hasta que no pudo más y alcanzaste el clímax moviendote contra mi mano.

lunes, 16 de abril de 2012

21 de Agosto de 2009

Memories, my memories. How long can you stay to haunt my days


Una siesta, en un lugar