miércoles, 2 de noviembre de 2011

BCN

Un avión desde Madrid y otro desde París. Volvemos a BCN, al Hotel Barceló Raval.
Cuando voy subiendo en el ascensor vuelvo a tener mariposas en el estómago.
Al llegar a la habitación toco suavemente en la puerta, me estás esperando. Solo llevas puesto el albornoz.
 
Me miras, te miro y nuestros labios se funden en un apasionado beso. Nuestras lenguas se abren paso buscando el calor del otro. Nuestros cuerpos pegados no quieren separarse.
Mis manos desatan el cinturon del albornoz y te quedas desnuda junto a mi. Otro beso mientras mis manos recorren tu espalda.Me desabrochas los botones de mi camisa justo cuando nos dirigimos las primeras palabras de amor, de deseo, de pasión.
 
Sigues por mi cinturón y te agachas para bajarme los pantalones. Al hacerlo me besas encima del boxer. Algo se estremcece dentro de él. Te tumbas en la cama mientras termino de desnudarme.
 
Por fin estamos pegados uno junto al otro, Mi lengua recorre tu boca, Nuestras manos entrelazadas se son un montón de dedos compartidos.
Mis labios bajan hasta tu cuello y siento como se te eriza la piel del cuerpo. Uso la yema de mis dedos para recorrerla y notar todos tus poros. Nuestra pasión quema.
 
Tus pezones duros se pegan contra mi pecho, los recorro con la lengua y mordisqueo uno mientras el pellizco el otro con mi mano. Oigo tu gemido y tu respiración agitarse.
Sigo la carretera de tu cuerpo hasta tu ombligo. Sabes que me encanta la suavidad de tu estómago, la firmeza de tu piel. Recorro la largura de tus piernas, tus tobilos, tus muslos, tus caderas. Dejo escapar mis dedos y siento el calor que desprende tu sexo, la humedad que aflora entre sus labios.
No puedo reprimirme y llevo mi boca hasta tu cavidad secreta. Vuelvo a oler tu aroma, a lamer tu sabor secreto. Tus manos se aferran a las sábanas y tu cuerpo se arquea ofreciendome tu sexo más abierto y accesible. Noto mi pene duro y fuerte deseando entrar en ti, pero me demoro aun más jugando contigo. Separando tus labios carnosos y chupando tu clítoris, mis dedos recorriendo tu abertura que ahora radia un gran calor. Tus me pides que lo deje, que entre en ti. Me dices que quieres sentirme dentro, que quieres abrazarte a mi mientras somos uno.
Te hago caso y acerco mi cara a mi cara, el mismo movimiento que permite que mi pene se pegue a tu lugar sagrado. Sin apenas presión voy notando como el calor de tu cuerpo va rodeando cada centímetro de mi. Nuestras lenguas son una, nuestros ojos son uno y nuestros cuerpos son uno.
Me mantengo dentro de ti, sin moverme, sintiendo tu jaula dorada a mi alrededor, después empezamos un movimiento acompasado, nuestros cuerpos no siguen perfectamente coordinados. Desatamos el deseo tanto tiempo reprimido. Rozamos toda nuestra piel, repartimos los besos guardados siguiendo el ritmo del amor y del sexo. Mi pene resbala una y otra vez en tu vagina, llenando en cada acometida tu alma de amor.
Seguimos así durante incansables momentos, subiendo el grado de excitación y al final mi cuerpo me indica que está llegando a un punto de climax. Te aviso como siempre;
- Me voy
Noto todo mi semen salir hacia ti y siento tu cuerpo estremecerse alcanzando a su vez un orgasmo lleno de complicidad y amor.
Nos quedamos abrazados, buscando como siempre las estrellas en los ojos del otro, las chispas que aparecen cada vez que hacemos el amor.
Somos conscientes de que repetiremos este acto varias veces, aprovechando la escapada, aprovechando el tiempo juntos.
 
blua:

(by Mariam Sitchinava)

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